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Papá ¿existen los Reyes Magos?... es una pregunta que a todos los padres nos preocupa de una u otra forma, y más aún si no hemos preparado con antelación la forma en la que podemos influir para que nuestro hijo salte de la inocencia de su infancia al mundo real de los adultos.


El regalo de la primera infancia llena de inocencia en la que todo parece posible, y en la que los padres contribuyen para que el niño pueda vivirla en plenitud, hace necesario para los cristianos incluir la noche mágica de Reyes. Es una manera, además, de ir dando a conocer al niño la vida de Jesús, su importancia en el mundo entero (Reyes muy lejanos vinieron a adorarle). El salto a la madurez obliga a que los niños con cierta edad deban coger el testigo de sus padres y ayuden y estimulen con su ejemplo a seguir permitiendo desarrollar adecuadamente la infancia de los más pequeños.

Para ayudar a nuestros hijos a superar esta etapa con fantasía e imaginación, podemos utilizar una historia preciosa que habla de cómo los padres asumen la tarea de ilusionar a sus hijos en tiempo de Navidad, haciendo que el salto a la adolescencia sea gradual, sencillo y lleno de ternura.

Papá, ¿los Reyes Magos existen?
Cuentos para educar a mis hijos.